lunes, 19 de mayo de 2008

CAPITULO I:

CAPITULO I:
Teatro Comunitario

El maestro Humberto Orsini en una entrevista al bachiller Willibaldo Blanco para su Anteproyecto de Grado (2006), cita: “El Teatro Comunitario o creación colectiva como se llamo en los años setenta, década cuando logro u mayor auge, esta definido como un teatro hecho por vecinos de una comunidad para la comunidad donde se toman problemas cotidianos. Su objetivo es recuperar la cultura popular y volver a recrear lo participativo desde el punto de vista artístico, cosa que ya existía, pero que se fue perdiendo en las últimas décadas” (…)

Elvia Avellaneda, Licenciada en Educación y Jefa de la División de Extensión y Producción Universitaria de Teatro (I.U.DE.T.), opina en el I Jornada de investigación Teatral, Guanare, Noviembre 2006, que para poder definir lo que es el teatro comunitario hay que procurar establecer conceptos claros y precisos. Ella se vale del Diccionario Escolar de la Real Academia Española, en su edición de 1997:

• Comunidad: conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes.
• Comunitario: perteneciente o relativo a la comunidad
• Participar: tomar uno parte en una cosa compartir, tener las mismas opciones, ideas, etc., que otra persona.

De la definición de estos términos, derivamos y así lo entendemos, que Teatro Comunitario es aquel que nace de la voluntad comunitaria de reunirse, organizarse y comunicarse a través de la actividad teatral.

No se trata simplemente de “dar una función de teatro” en un barrio o urbanización; éste sería, en todo caso, teatro para la comunidad o teatro para espacios alternativos; lo cual, por supuesto, es también muy importante. Pero el objetivo fundamental del Teatro Comunitario es hacer hablar a la comunidad misma.

El teatro se convierte así en un medio de comunicación a través del cual, la comunidad transmite sus vivencias, preserva y promueve la riqueza de su patrimonio cultural e histórico, fomentando las bases para una nueva dimensión de la cultura.

Por otra parte, al comprender el valor de la utilización del teatro como una estrategia para promover el cambio social, las comunidades comienzan a tomar conciencia que, mediante la inclusión e integración de cada uno de sus miembros, pueden fortalecer la identidad colectiva y enfrentar y transformar la realidad de su entorno. Es entonces, cuando el colectivo se convierte en compañía teatral y el escenario en espacio de autoconocimiento, denuncia y propuesta.

Interés genuino, conocimiento, preparación, dominio, voluntad, respeto, deben constituir la base de una praxis teatral donde la equidad, la justicia social y la horizontalidad sean las primeras actrices.

Concluyo, a título de reflexión, destacando una sentencia de la UNESCO, del año 1999: “El futuro de la humanidad dependerá de la producción, difusión y utilización equitativas del saber”.

Ahora, si observamos el pasado y buscamos los orígenes del teatro comunitario, encontramos que surge con el propio nacimiento del teatro como hecho artístico. Los habitantes de la Grecia antigua, en la búsqueda de manifestar su agradecimiento a Dionisio, Dios de la Fiesta y el Vino, por la abundancia en los cultivos, comenzaron a realizar actividades propias del quehacer teatral. Con el tiempo los grandes demócratas griegos, al observar cómo esta actividad llamaba la atención de mucha gente, empezaron a utilizar esta manifestación popular para reflejar a sus ciudadanos sobre las consecuencias que pondría tener una acción determinada, con el fin, que estos ciudadanos se sensibilizaran y fueran más cordiales y cooperativos los unos con los otros; además de reforzar la identidad de sus habitantes.
Tomando ésta última idea, vale la pena preguntarnos: ¿El teatro comunitario, puede desarrollar la sensibilidad humana y mantener la memoria colectiva de las manifestaciones populares de una comunidad?. Indudablemente que si, ya que esta manifestación artística le permite trabajar a un grupo determinado de personas en conjunto, con solidaridad, respeto y tolerancia, ya que van encaminados hacia un objetivo común, que es montar obras teatrales que reflejen sus inquietudes y mantengan vivo sus manifestaciones populares.

Rosario Vergara Rodríguez, actriz colombiana, cita en entrevista realizada por el Diario Vea, el 14 de Abril de 2004; “El teatro comunitario es un trabajo humilde. Su indudable utilidad se aleja de los reconocimientos al uso; más bien cualquier tipo de gratitud se conquista en el cálido sitio de los seres humanos que integran una comunidad dada; es una expresión artística de la comunidad para la comunidad”.

Es por eso que se define el teatro comunitario como una manifestación pura, ya que surge de sus propios habitantes, quienes expresan sus necesidades, angustias, preocupaciones o culturas populares con un sello propio, ayudando a crear un sentido de identidad en los habitantes de un sector determinado.
1.1- Características del Teatro Comunitario.

La idea del Teatro Comunitario, no es crear artistas, sino ciudadanos sensibles ante realidades y necesidades netamente humanas. El profesionalismo escénico se lo dejamos a las grandes compañías o grupos teatrales. De hecho, generalmente esta actividad teatral comunitaria, surge gracias a que uno de sus habitantes tiene la inquietud de organizar una actividad teatral. Normalmente esta persona o personas no tienen gran experiencia en las tablas, para no decir ninguna. Ellos se organizan y con materiales reciclables, ejecutan la escenografía, vestuario, maquillaje y utilería.

Otro de los beneficios de realizar teatro comunitario, es la canalización de las energías violentas por energías llenas de armonía, que les permitan a los participantes y al público asistente, tener una nueva forma de comunicarse, lo que ayuda a mejorar su calidad de vida.

Así mismo, el teatro comunitario debe ser visto como un instrumento transformador de realidades, en donde los actores de escena son también los actores sociales, sin pretensión de protagonismo y con absoluta humildad. Así, para la conformación de un grupo de teatro comunitario, se parte de la idea, que todos tengan la convicción de que el teatro es una herramienta que puede ayudar a solucionar los problemas en un momento específico, para que todos los miembros de una comunidad sean capaces de reconocer la causa del mismo.

Por lo tanto, se dice que el teatro comunitario tiende a rescatar la historia que está en la memoria colectiva de un sector, a través de la creatividad. Por lo tanto, también se podría llamar teatro de vecinos, ya que forma redes de diferentes actores sociales que coinciden en la producción cultural y toman el teatro como un hecho artístico, donde la participación ciudadana y de transformación social son necesarias.

I.2- Origen del teatro comunitario.

Como ya lo planteamos, la idea y su nacimiento, está vinculada con el origen mismo del teatro como hecho artístico. Desde que el hombre se adueña del planeta, ha estado presente en sus objetivos de vida, la necesidad de comunicación, para la subsistencia y preservación. Si nos remitimos al origen de las civilizaciones, donde el hombre vivía en comunidades, pongamos por caso, específicamente la Grecia antigua, nos damos cuenta que el ser humano dio origen a la manifestación teatral con el fin de mantener en la memoria colectiva las manifestaciones culturales y un punto de encuentro común, donde se expresaran sus necesidades o simplemente se hicieran relaciones orgiásticas sociales.

Dionisio, que representa en la mitología griega el Dios de la comuna, no sólo por su poder tóxico, sino también por sus influencias sociales y beneficiosas, fue uno de los dioses a quien se le hizo una especie de ritual con el fin de agradecerles por los beneficios de la cosecha. Dionisio era también conocido como Baco, nombre con el que fue asimilado en la mitología romana. El ritual que se le hacia, se caracterizaba por ser ritos religiosos llenos de misterios. Sus propios ritos, los llamados misterios dionisíacos, porque eran los más secretos de todos. Este dios es considerado promotor de la civilización, legislador y amante de la paz, así como dios protector de la agricultura y el teatro.

Hoy, esta idea dionisiaca ha sobrevivido en el teatro, fundamentalmente, en su expresión de teatro comunitario. ¿Por qué?, porque como en aquella época, el teatro sigue siendo un medio perfecto de expresión comunitaria para el ciudadano común. También, hoy vemos que el teatro comunitario, expresa como en Grecia, la magia de la recreación de la tragedia humana. Ese tipo de teatro al igual que el teatro comunitario actual, tienen la misión de buscar las soluciones a los grandes conflictos del hombre y su entorno; la vida y la muerte; el amor y el odio; el principio y el fin de la existencia; la relaciones de parejas; las convivencias comunales, entre un sin fin de posibilidades.

1.3 Antecedentes del origen del teatro comunitario en América Latina y en Venezuela.

Rodríguez (2002), comenta que la globalización y la economía de mercado hacen estragos en los pueblos de América Latina:“Donde nace una necesidad, nace una nueva forma de organización”. Quizás es a partir de este tipo de pensamiento, que en comunidades Latinoamericanas, se comienzan a realizar actividades de teatro comunitario; partiendo de esa necesidad de nuclearse para contar sus historias, pero sobre todo para mantener su identidad.

Tomando en cuenta, que es en la comunidad donde el hombre se reconoce como parte de un espacio colectivo; dialoga y se armoniza con otros seres humanos y que el teatro por sus cualidades, principalmente aquella de duplicar ese mismo sentido colectivo en otro espacio de encuentro, es donde el teatro comunitario se convierte en un vehículo ideal para el logro de la comunicación humana. Es de esta forma que puede comprenderse mejor la especificidad de teatro comunitario en Latinoamérica. Un ejemplo interesante, es el Teatro Comunitario Cubano, que en su experiencia integra verdaderamente el hecho social.

En alusión al teatro comunitario cubano, Rodríguez, -Delegada de la Red Latinoamericana de Teatro Comunitario- en un documento del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral, (CELCIT), del 26 de Abril del 2005- destaca que “a diferencia de otros países, el teatro en Cuba, llega a los más intrincados parajes, a las más humildes comunidades”, - a lo que agregó que- “estoy asombrada de la pobre cobertura de prensa para un acontecimiento tan importante, hermoso y de tanto valor social”.

La comunidad se autoabastece con su propio espectáculo y el grupo teatral es un instrumento de combate, no sólo al exponer los conflictos, sino al aportar soluciones. La comunidad no es receptora de un mensaje previamente elaborado, sino que a través de la reflexión y el análisis llega a tomar conciencia de problemas urgentes y vitales.
En México, en la década de los setenta surgió un fuerte movimiento de teatro comunitario que dio como resultado una serie de encuentros y festivales. También se puede observar en el (CELCIT) que es a partir de ese antecedente, que en 1992, el Consejo de Teatro Comunitario de la Región de los Volcanes, comenzó a organizar a diferentes grupos. Esfuerzos que unificaron la creación del Primer Encuentro de Teatro Comunitario de la Región de los Volcanes en 1996, Actividad que hasta la fecha cuenta con nueve ediciones, bajo la coordinación de Raúl Peretz Pineda, quien manifiesta:

"nuestro principal objetivo consiste en dar a conocer lo que se hace dentro del teatro comunitario, ya sea indígena, campesino o popular; demostrar al público que se trata de una tradición viva que se lleva a escena con mucha calidad y, que, aunque muchas veces es muy local, lo importante es descubrir la capacidad creativa de cada grupo, para que no sólo la gente se interese más, sino que también las empresas, privadas y gubernamentales se convenzan de financiar los proyectos".

Sin embargo –agrega Peretz- de la misma forma es trascendental dar cuenta de que el teatro comunitario, aunque lucha por el rescate de la tradición oral y las leyendas, no sólo recrea mitos y tradiciones, sino que, como todo el arte, ha tratado de nutrirse de la globalización y ha llegado a una etapa en la que ya es capaz de representar obras del teatro universal, ampliando de esa manera sus temáticas y aterrizando en un nuevo aprendizaje.

Ahora en Venezuela, en toda la geografía nacional, viene sucediendo desde hace varios años esta manifestación artística en diversas comunidades. En Caracas, ya citamos el caso de la Casa Cultural Teatro Alameda de San Agustín, que viene realizando teatro comunitario con el fin de rescatar valores que permitan mejorar la calidad de vida de los habitantes de ese sector caraqueño y para crear un puente de comunicación con el fin de denunciar las necesidades y hacer que la población tome conciencia de sus propias faltas, que no le permiten evolucionar como una comunidad digna para vivir. Otra experiencia a resaltar, es la que se ha desarrollado en el sector Barrio Nuevo de La Castellana.

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